FIN DE AÑO 2015

Hola Cicler@s, Estamos a punto de finalizar el año y hay algunas cosas que quisiera comentaros.

.- La primera sería la presentación de mi nueva bicicleta, tras la carrera de “La Titánica” me di cuenta que era el momento de buscar dentro de mis posibilidades el paso al carbono, tras muchas indecisiones por el coste, la variedad de modelos y marcas, al final la báscula se decantó por la BH G6pro.  La tengo desde Septiembre y la verdad es que estoy muy, muy contento con ella.



Tengo que confesar que a estas alturas ya he vendido mi Aqua y aunque no lo creáis me dio pena cuando la metí en el maletero de su nuevo dueño, espero que la disfrute por lo menos como yo.

.- A estas alturas ya es evidente para todos, que mis incorporaciones en el Blog han ido reduciéndose, yo diría que por dos motivos principales, uno por la repetición después de unos años de prácticamente las mismas salidas, por lo que he ido añadiendo solo las nuevas o algunos momentos especiales. La segunda causa sería un poco la sensación de falta de respuesta por parte de la mayor parte de los miembros del grupo ciclista, sin participación ni comentario alguno en el Blog ni luego personalmente en las salidas. Esto me hace plantearme no el dejar de describir las sensaciones que tengo disfrutando de la bicicleta, si no si es correcto el nombre del Blog, puesto que realmente se describen mis vivencias y sensaciones con un grupo de amigos al que “La peña Bomberos Valencia”, solo les aporta un nombre y un lugar de partida cada sábado, ambas cosas fácilmente reemplazables, además de que pueden llegar a este Blog personas en busca de otros temas relacionados con los auténticos Bomberos Valencia. Por todo ello hago esta consulta a los compañeros cicler@s; ¿pensáis que es conveniente el cambio del nombre del Blog?, las opiniones pueden ser en el mismo Blog o en las salidas cicleras, pero si no hay comentarios para decidir qué hacer antes del último fin de semana de enero del 2016, entenderé que les da lo mismo el tema.



.- Para terminar quiero desearos una.


 ¡FELIZ NAVIDAD! Y ¡PROSPERO AÑO NUEVO 2016!



RETO PARA EL 2015

El pasado Octubre (2014), me puse como meta el participar  el 30/05/ 2015 en la carrera “La Titánica”, con 185 Km y 3500 m. de desnivel, con la experiencia de este año en las carreras de La Gamba (134 Km 1810 m de desnivel), y Ayora (159 Km 2800 m desnivel), habían tres cosas que tenía claro que tenía que tener en cuenta para poder conseguir mi meta, uno que con ese desnivel tenía que reducir mis 82 Kg de peso, segundo, mejorar mi entrenamiento,  sobre todo en los ascensos a los puertos, y tercero compaginarlo con el trabajo y la familia.

Los dos meses que quedaban para finalizar el año lo dedique a consultar en Internet y planificar la preparación de esos cinco meses previos a la carrera, de enero a mayo, teniendo en cuenta fechas de reuniones familiares, obligaciones laborales, etc. Contando para la preparación con los días que el trabajo me permitiera asistir al gimnasio entre semana, la salida de los sábados, y en el último mes y medio también los domingos.  Contando con un planing previo de esos meses que tenía que amoldar a las circunstancias que surgían y lo modificaban, contabilizando Kilómetros, calorías, sensaciones, etc.

A modo de test me marque unas rutas/pruebas que me iban indicando lo positivo o no de los entrenos, como fueron, la ruta a la llaguna con la peña y el amigo Enrique, la vuelta de Montanejos con Oscar y la ayuda de Pedro, y sobre todo la carrera de la gamba, rebajando 27 minutos respecto al año anterior, y terminando con muy buenas sensaciones.
Con todos los nervios y preocupación y el esfuerzo de estos meses llega a una semana antes de la prueba, y se me ocurre llevar la bicicleta a engrasar y ajustar cambio,  ¡¡¡ tienes los dientes del plato desgastados y la cadena a punto de morir!!!  Fueron las palabras que me dijeron cuando llame para recogerla, que tenemos el repuesto, que no, en fin, al final sin apenas poder probarla, la cargue para ir a la prueba.
El día antes la báscula me decía 70 kilos, ¡¡primera meta conseguida!! Ya con el dorsal y con los últimos preparativos de complementos alimenticios para la carrera, con la sensación de que lo hecho, hecho estaba, y ya no se podía más que disfrutar de la carrera, me puse el despertador a las 4:45 para desayunar y estar en la salida a las 7:30.

Con la sensación de que tratándose de una prueba de esta envergadura, y con recorrido corto y largo me pareció que avía poca gente, y la verdad en comparación con las pocas pruebas que yo he hecho, sin apenas ambiente que animara a los ciclistas. Dándole vueltas en la cabeza a los consejos tantas veces leídos, cuidado al principio con el pelotón y las caídas, acuérdate de hidratarte y comer, recordando parte del recorrido echo anterior mente con Enrique, dieron la salida.

Los primeros kilómetros fuimos neutralizados hasta cruzar una carretera y ya empezar el primer puerto. Sería imposible narrar las 8:26 minutos de la carrera, pero si hubieron momentos que recordare, como cuando tras el primer puerto venían una serie de rampas duras con pendientes de más del 15%, donde me encontré gente andando, rotura de cadenas, (donde reconocí la suerte de haber cambiado la mía a tiempo, no puedo imaginarme la sensación del que después de tanta preparación no termina por esto). Otro momento importante fue cuando en el descenso del puerto más alto, tras una curva, me encontré con un grupo avisándonos y desviándonos de un ciclista que tras una caída, estaba enrollado debajo de un guarda raíl. También fue importante cuando yendo más o menos por 3/4 del recorrido entramos en una zona que amenazaba lluvia, llegando a caer unas gotas, pero donde lo importante fue el paso de más de 30ºC a menos de 15ºC, ese descenso de temperatura con la sudada que llevaba me obligo a reducir el ritmo. El hecho de que a los pocos kilómetros tras el penúltimo avituallamiento, en medio de la carreta, el señor guardia civil nos parara para un reagrupamiento durante más de diez minutos, la verdad es que no solo me sorprendió si no que luego cuando vi que en el tiempo final no lo contabilizaban me cabreo. Añadir que intente mantener un ritmo según los entrenamientos, que disfrute yendo a rueda unos momentos, llevando otros, con los intercambios de opiniones sobre la marcha con unos, la verdad es que por que llevaba una chuleta con los puntos de paso y los tiempos mínimos, porque realmente no tenía noción del tiempo, solo era pedalear, esperar que avía tras la siguiente curva o pendiente, controlar los ciclistas que delante o detrás íbamos formando el grupo. Finalmente llego la meta igual de vacía y fría como en la salida, pero con una sensación de placer indescriptible al cruzarla.

Con la perspectiva del paso de unas semanas de la carrera, y ya con un ritmo de vida “normal”, puedo decir sin equivocarme, que creo que es tan importante y he disfrutado tanto, el periodo de preparación de las salidas, rutas, alimentación, la misma preparación carrera, etc. como la carrera en sí.















LA LLACUNA -VILLALONGA-

VALENCIA-SILLA-ALMUSAFES-ALGEMESI-ALZIRA-SIMAT DE LA VALLDIGNA-BARS-LA DROVA-GANDIA-ADOR-VILLALONGA (LA LLACUNA)-ADOR-GANDIA-LA DROVA-BARS-SIMAT DE LA VALLDIGNA-ALZIRA-ALGEMESI-ALMUSAFES-SILLA-VALENCIA.


Antes de nada quiero agradecer al resto de compañeros de la peña, que como entrenamiento, me permitieran realizar una ruta diferente de la suya, compartiendo la subida a la llacuna, y el almuerzo. También agradecer a Enrique de la peña Panchos Bike, quien me guió y compartió esta ruta con migo.

La ruta original de la peña consistía en desplazarse en coche hasta Cullera, y realizar esta ruta, de aproximadamente unos 95 Km ida y Vuelta.



Mi ruta:
IDA

VUELTA


Sobre las cinco y media salía de casa dirección a Algemesi donde avía quedado a las siete para recoger a Enrique, al poco me di cuenta del error que supone el no llevar una iluminación suficiente, no solo para que te vean, si no para que tú puedas ver, esta es una de las lecciones que aprendí en esta salida, y que tenemos que tener en cuenta con los cambios de horario solar, cuando en nuestro recorrido tenemos túneles no iluminados, etc. Quince minutos antes de la hora acordada estaba en el punto de reunión, ya con más luz ambiente, encaramos dirección hacia Bars, con algo de premura, pues aun siendo nuestro recorrido más largo, pretendíamos juntarnos con el grupo de la peña en Gandía y poder subir juntos la llacuna.
Tras unos cuantos toboganes llegamos a Bars, esta subida y su zigzagueo en la subida ya me lo conocía, aunque siempre almorzábamos arriba y lo bajábamos por la misma cara de la subida, esta vez tras una pequeña parada arriba en la fuente para reponer fuerzas, bajamos por el otro lado, hacia la Drova, una bajada espectacular, con una muy buena carretera, con el único problema en mente, de pensar en la vuelta en sentido contrario.
Llegamos y cruzamos Gandía, llegando a Villalonga sin encontrarnos con la Peña, decidimos iniciar el ascenso de la Llacuna, Empiezas con unas rampas duras y con un asfalto regular, a mitad de camino, te engaña, reduce un poco el desnivel y da la impresión que termina la montaña y por tanto la subida, aunque no es así, va subiendo entre montañas, con desnivel de 10%, que consigue con un recorrido de unos cinco kilómetros tener unos 386 metros de desnivel. Cuando estábamos por la mitad del descenso, nos encontramos con el grupo que subía, dando la vuelta y volviendo a subirlo, aunque esta vez con un poco más de calma, y llegando por fin al bar Copia donde almorzamos.

Aquí, quisiera hacer un pequeño inciso, y es comentar otra cosa que aprendí en esta salida, y es la relación entre la temperatura ambiente y la velocidad, que en moto se suele tener más en cuenta, pero en bicicleta parece que nos afecta menos, pero gran error, en todo el trayecto no superamos los 10ºC, y en la bajada de la Drova el GPS me marco 80.7 Km/h. aunque seguramente tendrá error, ahora entiendo después de la bajada de la llacuna los tiritones en el bar. Adjunto una tabla para que lo tengáis en cuenta.




La vuelta hasta Gandía la hicimos juntos, pero un reventón del amigo Alberto, (al que pido disculpas, al igual que al resto de los que no me despedí), el trecho que nos quedaba y las primeras gotas de lluvia, nos aconsejaron a Enrique y a mi continuar.

Qué razón tenía en estar preocupado con la Drova, lloviendo prácticamente hasta Algemesi, (y con ello aumentando y empeorando la sensación de frio ya mencionada). Al principio unas rectas con una pendiente constante, para terminar con un puerto en el que, la buena carretera que notaba en el descenso, me daba la sensación de tramos más largos de alcanzar ahora en la subida. Luego la bajada por Bars, también supuso una experiencia nueva para mí, pues era mi primer descenso lloviendo. Finalmente llegue a casa con el frio en los huesos, cansado pero contento por las experiencias y objetivos cumplidos.