CARRERA DE LOS CASTILLOS-AYORA-

CARRERA DE LOS CASTILLOS –AYORA-








De la peña bomberos participaba Dani, aunque con unos compañeros de la peña de Alboraya con la que también pedalea, yo estuve bajo la dirección y guía de mi amigo Enrique, de Panchos Bike de Algemesi.

En esta ocasión dada la envergadura de la carrera, y la distancia, optamos por hacer noche en Almansa cerca de Ayora para poder descansar algo más, además al llegar el día anterior podíamos recoger el dorsal y concretar donde estaban la salida, duchas, etc.
Además de recorrer un poco Ayora y Almansa antes de cenar.

Podría echarle la culpa a la cama, ruidos de la calle, etc. pero tengo claro que si esa noche no pude dormir bien, era por otra causa, jeje. Los nervios, la emoción de la carrera. Habiamos quedado a las seis y media en el bar del hotel para desayunar y la verdad que sin mucha hambre pero sabedor de la necesidad de coger energías, me comí una tostada de jamón con tomate, además de zumo, y café con leche. Después del paso obligado por el baño, cargar las bicicletas y salir junto con Enrique y su familia hacia Ayora. 

Podéis imaginaros 1500 inscripciones, con un número similar de coches buscando para aparcar, y aunque la organización tenía previsto el tema, no dejó de ser un poco el caos por la búsqueda de aparcamiento, junto con gente buscando el polideportivo para recoger el dorsal, y gente ya con la bicicleta calentando por las calles. Tras varias vueltas pudimos aparcar los dos coches relativamente cerca de la salida, y el hecho de contar ya con el dorsal nos dejo unos minutillos para prepararnos en la salida.

Aunque hacia fresquete por la mañana, las previsiones nos aconsejaron no coger manguitos ni ningún otro accesorio para el frío, y menos mal, por que nadie se esperaba en estas fechas las temperaturas que tuvimos.

Tras la traca de rigor y con calma por el hacinamiento de la gente, empezó el discurrir de la serpiente multicolor a la que el trazado ascendente desde el principio fue dejando en grupos según su ritmo. Pensando en lo que nos quedaba, cuatro puertos, tres de primera y uno de segunda, discurriendo casi en su totalidad por carreteras secundarias rodeadas de montañas y valles que muy a mi pesar la exigencia del trazado no me permitió disfrutar, me hicieron pensar que era mejor guardar algo para el final y retener al máquina de Enrique.

Las primeras pendientes nada más empezar con los músculos aun fríos me hicieron apretar los dientes, luego un descenso nos llevó hasta el inicio del primer puerto en el Km. 40 “El Campichuelillo”, sin haber podido recorrer el circuito con anterioridad a la prueba, este era uno de los que solo estudiando los perfiles suministrados por la organización ya se preveía difícil, y así fue, las primeras rampas asustan con cemento por firme y desniveles del 10%, cuando piensas que falta poco para coronar de repente la carretera se vuelve a empinar , con tramos del 16%, que obligan a dar lo mejor de cada uno.

Tras la bajada el primer avituallamiento, en el que sin tener yo una gran experiencia, en mi opinión tenia (igual que el resto de avituallamientos), de todo lo que se podía pedir, tras recargar agua y comer algo de fruta seguimos a por el segundo puerto “Alto de la Portera”, el cual tras terminar la carrera diría que es el más asequible de los cuatro, con el llegamos a la mitad del recorrido, el Km. 80 con un tiempo de unas tres horas y con unas sensaciones estupendas.

Con un prolongado descenso llegamos al tercer puerto “El Moragete”, el que para mi fue el peor de todos, tanto por su longitud, sus rampas, el Kilometraje acumulado y sobre todo, ya pasando el medio día, unas temperaturas por encima de los treinta grados, que obligó a mucha gente a pararse por rampas o golpes de calor, con un agotamiento general por el calor y un fuerte dolor en la planta de los pies conseguí llegar al final del puerto donde estaba el segundo avituallamiento, hidratarme, reponer fuerzas y sobre todo remojar los pies con el agua, lo que ayudó a que se me pasaran los dolores y tras Enrique iniciamos una galopada que creo que no podré olvidar nunca, intentando recuperar el tiempo perdido y con la sombra del guardia civil que cerraba carrera, empezamos a adelantar grupos.

Un cúmulo de sube y bajas anteceden la llegada al cuarto puerto “El Caroche”, la carretera se retuerce y empina aún más para salvar la máxima dificultad del día, menos mal que la organización con las temperaturas existentes, bajó una cuba de agua al inicio del puerto. Son algo más de tres Kilómetros interminables en los que otra vez la gente se apeaba de la bici con las piernas acalambradas. Con la coronación no pude retener un grito de “me gusta”, para desahogarme. En ese punto estaba el tercer y último avituallamiento, con la vista en los cerca de los treinta kilómetros que nos quedaban, sin apenas parar para reponer agua salimos zumbando.

Un tramo casi entero por la nacional con alguna rampa de algo más del 5%, terminaría por minar las fuerzas, para por fin entrar en meta y conseguir mi objetivo. Terminar la prueba, sin ningún percance ni lesiones, quedando atrás 160 Km., 2800 m de desnivel y momentos de sufrimiento y  satisfacción que no olvidaré nunca.

Agradecer a esos cientos de voluntarios, distribuidos por el recorrido tanto en los avituallamientos como advirtiendo antes de las curvas de los peligros que se acercaban.

Mis ultimas palabras de este resumen, (puesto que seria imposible transmitir todas las sensaciones de una prueba como esta), son para Enrique por sus explicaciones y paciencia, y su mujer e hijas, que además de en la salida se fueron trasladando por el recorrido para animar a Enrique y al resto de cicleros. Gracias.

Esto es para el recuerdo, aunque la experiencia es el mejor recuerdo, y yo puedo decir, que he vivido la magia de Ayora.


                     




NEVERA, ESLIDA Y LA FRONTERA


PERDIDOS EN LOS TRES PUERTOS (LA NEVERA, ESLIDA Y LA FRONTERA).









Hacia un par de semanas que había hecho esta ruta junto con Oscar, Vicente y Mariano, y aunque no teníamos claro el recorrido, preguntando y dando algún que otro rodeo realizamos la ruta bastante bien, quedando patente su dureza. El caso es que siguiendo con la preparación para la carrera de Ayora, decidimos repetirla Oscar, Carlos y Enrique que es un amigo con el que además del placer de la bicicleta comparto algún que otro sufrimiento en el trabajo, y además también sufrirá la carrera de Ayora conmigo.
A las ocho estábamos listos para salir desde el restaurante el Oronet. Esta vez con algo más de temperatura que la vez anterior, el descenso fue menos tembloroso. Teniendo claros los desvíos llegamos hasta Navajas bastante rápidos, realizamos una pequeña parada para la foto de rigor en el Embalse del Regajo, y como era pronto pasamos de largo Gaibiel, donde almorzamos la otra vez junto con la feria medieval. Pasamos por el puerto de La Nevera, disfrutando de las vistas, además había una gran cantidad de una especie de plumos que hacen algunos árboles, y aunque me imagino que a los alérgicos no les hara ni gracia, pero a esas horas de la mañana con el sol entre los árboles y las montañas con aquello flotando parecía una escena de película de un bosque encantado, aun así y todo se sufrió el dichoso puerto y llegamos a Alcudia de Veo donde tras preguntar almorzamos en un restaurante que tienes que subir un piso para acceder a un planta grande donde se almuerza bastante bien, aunque la pobre camarera no daba a basto. Tras la recuperación de las fuerzas, y sin atender a las razones de Oscar a la salida del pueblo salimos a la izquierda, gran error, pues el camino correcto era hacia la derecha para ir directos a Eslida, el caso es que a unos kilómetros pasamos junto a un embalse que no nos sonaba, y de que nos dimos cuenta estábamos dirección Onda mas perdidos que gusano en fruta de plástico, en fin encontramos un grupo de cicleros que nos guió un rato y con sus indicaciones y despues de pasar por Onda, casi Villarreal, Betxi y Artana llegamos a Eslida con unos cuantos Kilómetros de más en el Haber.
Con calma y a mi marcheta  inicie el ascenso, con Enrique a mi lado dándome ánimos, pero lo que realmente me encantó fueron sus explicaciones en el descenso de cómo mejorarlo sin arriesgar demasiado, lo mismo que cuando Gracias a las Explicaciones de Vicente un día descubrí  que con el descenso en posición agachado tenia mejores sensaciones y manejo de los frenos, hasta ahora utilizaba prácticamente solo el de detrás, dificultando la entrada en curva, y ya lo creo que se nota, si haces como con las motos, entrando abierto y  frenando con el de delante, y ajustando con el de detrás, y equilibrando con el pie exterior, aunque parezca una tontería aunque aún me falta practica ya lo creo que se nota, (Gracias Enrique).
Pasadas las dos del medio día con el sol, cascando en lo alto íbamos camino de la Frontera, decidimos parar en un restaurante que está justo en su base a comprar agua, y terminamos comprando unas Coca-Colas , en fin con mas gases de los aconsejados inicie el ascenso , lo hagas las veces que lo hagas creo que siempre me parece lo más duro que he subido, tanto por la longitud ( unos cinco kilómetros), como por el desnivel (no sé si va del 10 al 20 %), pero además siempre llegamos  a las tantas con el sol encima, en fin como dice Enrique " Hierro y Ganas". Después aún queda un par de repechos y por fin la bajada de el Garbi a los coches.
Resultado unos 146 Km. y pasadas las seis horas.










-LA GAMBA – DENIA


I MARCHA CICLOTURISTA -LA GAMBA – DENIA 







Esta ha sido mi primera carrera ciclista, que además forma parte de mi preparación para la carrera de los Castillos en Ayora, que aparentemente es más dura.
Aunque estuve toda la semana nervioso por la carrera, reconozco que el hecho de que me acompañara más gente de la peña me lo hizo más llevadero.
El día de antes recogimos el dorsal, y aprovechamos para confirmar el camino y la situación de la salida.
Hubo que levantarse a las cuatro de la madrugada para desayunar, replegarse todo el grupo, la hora y media de camino y estar apunto a las ocho en la salida. Seriamos alrededor de cuatrocientos participantes, en la salida los diez miembros del grupo nos distribuimos en grupetes y por fin suena la salida, poco antes nos damos cuenta que en la otra punta de donde nos ubicábamos esta Mariano desmontando una rueda junto con Diego y Héctor, luego me entere que se rompió la válvula, (que putada).
Aunque por megafonía dijeron que la salida tenia 20 Km. controlados, la verdad es que la gente salio disparada, aun con el nervio en el cuerpo y sin saber muy bien que hacer seguí al grupete de la peña, así hasta el inicio del primer puerto en el que cada uno cogio su ritmo, así seguí prácticamente toda la carrera hasta ya pasados los puertos, alternando tramos solo con tramos con mas gente, intentando controlar el esfuerzo y pulsaciones con el recorrido de la etapa, pues mi preocupación era no saber dosificar y no poder terminar la carrera. Casi coronando el primer puerto me adelantaron Mariano Héctor y Diego, que tras salir dos minutos más tarde aun cogieron al grupo y seguro que si no hubieran tenido el problema en la salida abrían llegado de los cien primeros, aunque quedaron muy cerca, animo campeones será a la próxima.
 La poca exactitud de la información sobre el relieve de la carrera y mi desconocimiento de la ruta, se tradujo en que donde tendríamos que tener una bajada antes del último puerto era un tobogán de subidas y bajadas que parecía no terminar nunca. Tras confirmar un error de unos cuatro/cinco kilómetros en mi cuenta kilómetros, llegue al final del último puerto (margarida), iniciando un descenso por una especie de garganta entre montañas que casi me atrevería a decir que es el tramo mas bonito de la ruta, sí ya se que quizás en una carrera no es el momento para fijarse en esas cosas, pero la verdad es que tras terminar la zona de montaña no me importaba el tiempo y prefería un poco relajado disfrutar del paisaje y esperar a mi amigo Vicente y Dani que sabia que en la bajada me alcanzarían, y así fue, ya pasado el descenso me alcanzaron como una flecha, con un viento en contra bastante duro, poniéndome a rueda y realizando relevos como creía que ellos querían, hasta que no pude más y me quede a falta de cuatro kilómetros que se me hicieron eternos, pero por fin tras la ultima rotonda llego la meta, poner el pie a tierra, felicitar al resto de compañeros de la peña, y notar como los dolores de espalda, cuello, pies, etc. etc. etc. , jeje, desaparecían y me alegre de repetir la sensación de haberlo conseguido, una sensación de superación que desde el ultimo maratón en febrero del 2009 no había sentido, llevo año y medio con la bicicleta, y tanto si participo o no en mas carreras, espero poder disfrutar de la bicicleta durante mucho tiempo y de la amistad y consejos de la Peña Bomberos Valencia, gracias a la cual e llegado hasta aquí.

NOTA: Se me olvidaba luego en la meta tuvimos paella y la famosa gamba de Denia.

DATOS CARRERA:

DISTANCIA: 134 Km. DESNIVEL ACUMULADO: 1810m