En septiembre del 2017, Tras los
últimos años volcado en la preparación de las pruebas ciclistas y al tener ya
los chavales mayores de edad y necesitarnos menos, (o eso creen ellos), decidimos
(mi chica y yo), que el próximo año realizaría solo la Carrera de Siete picos
(Requena), y aunque luego siguiera con la bici, no participaría en ninguna
cicloturista mas, para poder compartir más tiempo juntos.
La siete picos es una prueba que está
cerca de casa y algunos tramos ya conozco, y realmente es una prueba dura. Pendiente
de cuando era la inscripción, empecé como siempre con el calendario anotando
puentes, cumpleaños, etc. y preparando para desde enero empezar el
entrenamiento para la prueba.
En esto estaba cuando de repente
todo cambio, en octubre Pepi fue a una revisión normal y volvió con un cáncer
de mama, algo que sabes que existe pero que crees que nunca te tocara. Te metes
de lleno en el tema buscando información, preguntando aquí y allá, atendiendo a
las explicaciones de los médicos. El tiempo parecía que pasara muy despacio,
aunque realmente ahora me doy cuenta que fue rápido, gracias al sistema de
salud público que tenemos, sus profesionales y a la prevención y poder
encontrar el problema a tiempo, en dos meses ya la avían operado dos veces, una
para quitarle el tumor y otra para quitarle el ganglio, saliendo todo bien.
Luego vinieron los meses de radioterapia, el tratamiento de pastillas que aún
le durara años, etc. etc... Ahora visto a tiempo pasado, cuando recientemente
repitió la mamografía saliendo correcto parece fácil y rápido, pero han sido
unos meses duros, porque aunque las pruebas iban saliendo bien, la cabeza no
para de pensar y las navidades, cumpleaños, etc. de este año han sido
complicadas, pero lo importante como digo es que según las últimas pruebas todo
está bien y lo más importante es que ella se encuentra bien.
Se me olvidaba “la siete picos”,
os preguntareis que paso con la bici, y bueno os podéis imaginar que apenas
salí con ella, ni con ninguna de las peñas con las que salgo, ni pruebas de
largo recorrido como en anteriores años, paso a un segundo, tercero, no sé, a
otro plano. La prueba era el último sábado de mayo y como la tenía pagada, y
para entonces Pepi ya avía pasado la radioterapia, avía vuelto al trabajo y se
encontraba algo mejor, ese mes algún sábado hice una ruta para intentar ir a la
prueba, la ruta que me la enseño Enrique, era yendo en coche hasta real de
Montroy y desde allí salir a dos agua, Millares, Bicorp y vuelta, algo más de
cinco horas con 111 km y unos 2400 de desnivel. Madrugaba y a las siete de la
mañana ya estaba subiendo dos aguas y así poco después de las doce ya estaba en
casa para pasear con mi chica. Con estas pocas salidas con el recuerdo de la
quebranta huesos del año anterior fui a la prueba, ya el día anterior cuando
fui con Pepi a por el dorsal me extraño el nulo ambiente y que no dieran chip,
pero cuando en la salida te das cuenta que somos menos de trescientos, la cosa
empieza a mosquear, y cuando avisan justo en la salida que la guardia civil
controlara los tiempos, aún más. Yo tenía claro que mi intención solo era la de
intentar disfrutar la ruta y llegar a ser posible en ocho horas y media, pero
la sorpresa fue, cuando a la bajada del segundo puerto la guardia civil nos
paraba a todos, para quitarnos el dorsal permitiendo seguir fuera de la
carrera, aparentemente sin ambulancia, ni apoyo de ningún tipo, suerte que los de
los avituallamientos tuvieron piedad y prácticamente se esperaron hasta que
paso el ultimo, pues hasta las señalizaciones de los cruces las quitaron,
teniendo que parar para mirar en google la ruta a seguir. El último tercio de
la carrera me junte con otros dos y así como pudimos, llegamos a la meta, por llamarlo
de alguna manera pues lógicamente sin chip, ya sin cartel ni nada, por lo menos
quedaba algo de cerveza y pasta, finalmente ocho horas y treinta y dos minutos
tiempo en movimiento según mi garmin, y si contamos las paradas para mirar mapa
una hora más. En resumen y bajo mi punto de vista, otra prueba venida a menos,
y es una pena. Lógicamente no tengo ninguna foto en los entrenamientos, ni en
carrera, ni diploma ni nada.
Finalmente tengo que decir que
todo lo pasado este año te da que pensar, no es que tengas que vivir a lo loco,
o como si no hubiera un mañana, pero si intentar disfrutar de todo lo que agás
por pequeño que sea, tanto en pareja como solo, desde una escapada de fin de
semana con tu familia, hasta ese almuerzo en la ruta ciclista del sábado.
También te das cuenta que quizá la clasificación que tienes en los grupos de
conocidos, amigos, etc. no están todos en el grupo que realmente les
corresponde, y no porque sean mala gente o pasen de tus problemas, sino porque realmente
cuando tienes un problema de verdad tu regla de cálculo cambia.
Ya sé que aunque de un
aficionado, esto es un Blog de ciclismo, pero por lo menos para un
cicloturista, es difícil separar la bici del trabajo, la familia, la salud y
tantas y tantas cosas que nos rodean, y claramente nos afectan. Chao nos vemos
en la carretera.